La cocina de Marghera, como la de toda Venecia, cuenta con exquisitos productos obtenidos de la tierra y del mar
Los frutos del mar son básicos en la gastronomía de Marghera: mariscos, cangrejos, crustáceos, moluscos, lubinas, anguilas y pescado azul, forman parte de los principales platillos locales. La grancevola alla veneziana, preparada con carne de cangrejo araña cocinada con especias, mantequilla y vino blanco, se sirve en la concha del crustáceo con sal, pimienta y jugo de limón.
Un platillo popular en el destino es fegatto alla veneziana, lleva hígado de ternera, cebollas dulces típicas de la región, ajo, especias, aceite de oliva y vinagre. Por otro lado, las carnes blancas también se consumen mucho en la zona. El ganso se suele comer en paté o como embutido, salchicha y jamón cocido.
Pero sin duda, el símbolo de la cocina de este destino es la polenta, un alimento a base de harina de maíz, que puede ser un primer plato, un entrante o una guarnición. El baccalà con polenta, es bacalao desmenuzado cocido en aceite y leche y mezclado con polenta; la polenta e osei, consiste en aves pequeñas, generalmente codorniz, envueltas en tocino, salteadas con aceite y salvia y presentadas en una cama de polenta.
También el arroz es parte importante en la cocina de Marghera, donde acostumbra servir all’onda, es decir, caldoso. El risotto risi e bisi, es arroz con chícharos y jamón curado.
Entre los postres destacan las galletas secas como las baicoli, son similares a un pan tostado. Suelen venderlas en una tradicional lata amarilla y la costumbre era llevarlas en los largos viajes marinos hechos en barcos venecianos, ya que mantenían su olor y sabor por mucho tiempo. Otras galletas son zaletti, hechas con pasa y harina de polenta, y la tarta Nicolotta, que se prepara con pan duro, ron, pasas, leche y mantequilla. Es un postre típico de las fiestas de San Nicolás.
Para acompañar tan deliciosos platillos nada como una copa de vino de la tradición vinícola local, como el cabernet, el pinot, el verduzzo y el merlot. También hay cocteles, como el popular spritz, mezcla de agua con gas y vino usualmente blanco.