Bolonia ha regalado al mundo famosas comidas como los tortellini, la exquisita mortadela, y desde luego, la famosa salsa boloñesa
A Bolonia se le conoce como el paraíso de la pasta al huevo, como el tortellini y otras pastas rellenas, que a excepción del tagliatelle (tallarines), se distinguen por la forma de anillo, de sombrero y de caramelo. Entre las pastas tradicionales están los tagliatelle alla bolognese, la famosa salsa de carne de buey y tomate; los tortellini in brodo, hechos con pasta fresca rellena de carne, servida con caldo de ave; los tortellini rellenos de queso ricota y espinacas, condimentados con mantequilla y salvia, y las lasañas verdes al horno, con la célebre salsa boloñesa.
Los crescentine, son también muy populares y consisten en frituras de harina rellenas de mortadela o salami. La famosa mortadela típica de la zona boloñesa suele servirse en cubitos como aperitivo junto a otros embutidos cortados en tajadas finas, o utilizados como ingrediente en los rellenos.
En los platillos a base de carne suele utilizarse el faisán, el pato, el jabalí, la liebre, las carnes asadas y los cocidos, el embutido de carne de cerdo, o la pata de cerdo, y los caldos con trozos de carne de buey, pollo y ternera. La cotoletta alla bolognese, es chuleta de ternera rebosada en huevo batido y queso parmesano, que luego de freírse se hornea con una capa de queso y jamón.
Otros ingredientes tradicionales son los espárragos, cocidos de varias maneras. Debido a la cercanía con Parma, en Bolonia es posible probar dos de los mejores manjares italianos: el prosciutto (jamón) y el queso parmesano.
Un postre típico de esta cocina es el certosino bolognese, un dulce navideño hecho con harina, miel, fruta caramelizada, almendras, chocolate derretido, uvas pasa, piñones, mantequilla, semillas de anís y canela. También destaca la zuppa inglese, un postre parecido al tiramisú hecho a base de bizcocho empapado en licores dulces y cubierto con crema pastelera.
Entre los vinos con denominación de origen de Bolonia están los blancos de cepas como colli bolognesi, blanco pignoletto, pinot blanco, riesling italico y sauvignon; y los tintos como el barbera, cabernet sauvignon y merlot.
En Bolonia se sigue la añeja tradición del aperitivo. Se toma un rato antes de la cena o incluso la sustituye, y su principal peculiaridad es que sólo se paga por lo se bebe. La comida corre a cuenta de la casa, algo muy similar a algunas cantinas mexicanas. Entre los aperitivos más populares está el spritz, un coctel elaborado a base de Campari (bebida alcoholica), soda y vino blanco.
La fama culinaria de Bolonia se debe también a la calidad de sus productos. Además de la pasta están el aceite balsámico y el queso parmigiano-reggiano. Todos estos ingredientes de primera calidad se pueden encontrar en el Quadrilatero, un laberinto de calles estrechas y callejones donde se instala diariamente el Mercado de Mezzo, el más famoso de la ciudad, pues desde la Edad Media fue sede de los cambios y mercado de todo tipo de productos. Actualmente en esta zona continúan funcionando pescaderías, fruterías, charcuterías, carnicerías y osterías, como la famosa Ostería del Sole (1486), la taberna más antigua de Bolonia.